EL REGIMEN SANCIONATORIO DE LOS IMPUESTOS
Según encuestas acerca de la preferencia de los lectores sobre los temas o actividades que se publican en los periódicos, el relacionado con los impuestos ocupa el último lugar. Dicho de otra manera, si alguien no tiene otra cosa que hacer lo invito a continuar con la lectura de este artículo.
En el afán de buscar, casi siempre mayores ingresos fiscales, quienes han participado en las frecuentes reformas tributarias, nunca se preocuparon por corregir los abusos del régimen sancionatorio, que se puede calificar de arcaico, injusto y estrafalario. Por el contrario se han agregado nuevas sanciones que riñen con la razón. Tampoco los gremios, entidades o personas se han pronunciado sobre este particular.
Supongamos que a Kid Pambele, natural y vecino de Palenque, después de escribir correctamente su cédula, se enlagunó y anotó en forma equivocada el código del municipio donde le expidieron su documento de identidad. Dos años después un funcionario de impuestos advierte semejante error; éste muy a su pesar le notifica una sanción por valor de $2.097.400.
La verdad es que sería más fácil explicar el misterio de la Santísima Trinidad, que justificar la necesidad del código del municipio donde se expide la cédula, para que el programa Muisca pueda identificar a los evasores de impuestos.
También, a manera de ejemplo, a Napoleón Bustamante y Josefina Behar, se les olvidó presentar la declaración de renta. Más tarde son requeridos para que cumplan con este compromiso. El impuesto a cargo del primero es de $20 millones, pero como tuvo retenciones en la fuente que exceden ese valor, no adeuda nada al fisco nacional. En cambio, la segunda con un impuesto a cargo de $20 millones, por no tener retenciones en la fuente, aun debe este gravamen. En ambos casos la sanción es de $20 millones. Cualquier persona de mediano entendimiento se pregunta, y con razón, ¿cómo es posible que la ley sancione por igual a quien nada debe que al que todo lo debe?.
Margarita, dedicó toda una vida a la docencia, sus ingresos en el último año antes de jubilarse fueron de $30 millones, además recibió una herencia por $40 millones, su único patrimonio es un apartamento por valor de $75 millones, que aún no ha terminado de pagar.
Un día recibe una comunicación de la Administración de Impuestos en la cual después de ofrecerle un cordial saludo, la invitan a cumplir con el sagrado deber de presentar la declaración de renta. Como ella pensó que era una chanza de mal gusto no respondió. Más tarde recibió un emplazamiento en el que se le fijó una sanción de $7 millones, a pesar de que sus ingresos, no daban para determinar un impuesto a cargo.
La negrita Mosquera Valencia, no sabía que su pequeño predio estaba avaluado en $82 millones, ni tenía idea de que era una declaración de renta. Cuando recibió un oficio de la DIAN para que presentara la declaración, un vecino le aconsejó que no se preocupara por esa bobada. Días después le llegó una sanción de $16.400.000, la cual se aplicó sobre el patrimonio bruto. De haber tenido un ingreso de dos o tres millones, la sanción habría sido de $201.000.
Hace poco escuché cuando un abuelo le decía al nieto: hijo si tu caminas 5 kilómetros cada día, en 22 años habrás recorrido 44.000 kilómetros, que es igual a la circunferencia de la tierra, y si eres constante antes de que cumplas mi edad le habrás dado la vuelta tres veces.
Se puede asegurar que en una sola mañana de trabajo, se podría corregir buena parte de los desafueros del régimen sancionatorio, que incluye mucho más de los que acá se menciona. Lamentablemente por estar todos tan ocupados, se seguirán aplicando sanciones que además de excesivas son vergonzosas.
Doctor Jorge Emilio:
Le envió el cuarto artículo sobre impuestos, espero no abusar de su paciencia.
Medellín, Septiembre 27 de 2007.