EL DANUBIO AZUL

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EL DANUBIO AZUL
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EL DANUBIO AZUL

 

Amable lector.  Desde muy joven escuchando los valses de Johann Strauss, me imaginaba que de verdad el río que cruza el hermoso país Austriaco, era azul.  Más tarde cuando tuve oportunidad de conocerlo, siendo un hermoso río, no era azul.  Lo más probable es que el compositor cuando se inspiró, estaba un poco pasado de copas.

 

Hago mención a esto, porque los ríos en Europa, en especial los que cruzan o están cerca de las ciudades, se cuidan como verdaderos tesoros.  En cambio, en nuestro medio las aguas cristalinas de antaño se han convertido en verdaderas cloacas.

 

Cuando alguien visita nuestra ciudad es frecuente que diga que desea conocer El Metro de Medellín.  Casi sin excepción, al entrar a uno de los coches, se sorprenden al observar la limpieza y sobre todo el comportamiento de todos los usuarios, donde las personas de mayor edad y quienes tienen alguna limitación física, no solo son respetadas sino ayudadas por las más jóvenes.  También les queda claro que cada uno se siente dueño del Metro.

 

Los coches al dejar el centro de la ciudad en dirección norte, a la derecha se observa en la parte posterior de muchas viviendas y los terrenos aledaños que llegan hasta la orilla del río. Los usuarios habituales de este sistema de transporte, es casi seguro que no les llame la atención el contraste entre el aseo del  Metro y el basurero que sirve de marco al paso de éste.  Más que pobreza es falta de cultura, siendo el mayor responsable el propio Estado.  Da la impresión que ninguno de los alcaldes se ha preocupado por ayudar y educar a los moradores de estos lugares.

 

Mientras que algún día las sabaletas regresen al río, para lo cual será necesario invertir cuantiosas sumas de dinero, se debería sembrar en sus riberas árboles de diferentes especies, tales como guayacán amarillo, carbonero pluma, urapán, cámbulos, ceibas y guaduas.  En pocos años y con muy poco dinero el Metro no solo se vera limpio por dentro, sino por fuera. Entonces el visitante se llevará no solo un buen recuerdo del Metro sino del ambiente que lo rodea.

 

Nadie más indicado que el Jardín Botánico para llevar a cabo la siembra, cuidado y desarrollo de las plantas seleccionadas.   En nuestro medio, es la entidad que posee el mejor personal, no solo por el conocimiento sino por experiencia para asegurar el éxito de este trabajo.

 

Si se hiciera una encuesta de quien debe financiar esta obra, me inclino por pensar que la respuesta unánime sería que son las Empresas Públicas de Medellín. Esta entidad, gracias a una fórmula, que es casi mágica, le ha permitido aumentar el valor de las tarifas muy por encima de los índices de inflación.  Sin perjuicio de atender la financiación de la represa de Pescadero Ituango, no parece que tuviese ninguna dificultad en facilitar el dinero que demande este modesto proyecto.

 

Además de convertir un basurero, en un bello paisaje, se podría dar trabajo por decir algo, a trescientos o más habitantes de las comunas del oriente y occidente de la ciudad.

 

Medellín, Noviembre 30 de 2.012

 

 

 

Rafael Isaza González