El turismo

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EL TURISMO

 

Amable Lector.  En el año de 1.915 los transeúntes del centro de Bogotá se detenían a leer un cartel que decía:  “Rosalía Suarez ha muerto.  Su hijo Marco Fidel Suarez pide una oración por el descanso de su alma”. Los mayores, saben del origen de este hombre que con su propio esfuerzo inició su camino desde una humilde choza hasta alcanzar el palacio de Nariño.

 

Ocupaba la primera magistratura del país cuando fue censurado por el Congreso por haber recibido dinero que cancelaría un poco después con su sueldo.  Algo muy diferente a los negocios de los señores de Interbolsa y otros más que con su picardía han dejado a muchos en la calle.  El presidente Suarez, para no obstaculizar la buena marcha del gobierno, prefirió renunciar. 

 

Desde ese entonces algo ha cambiado en el comportamiento de quienes ocupan los altos cargos de la Nación.  Hace unos años los miembros de la Corte Suprema de Justicia, acudieron presurosos a una invitación a una fiesta que les hizo un extranjero, de nombre Giorgio Sale que para no incurrir en equívocos no se tenía claridad sobre sus antecedentes. Y como lo dijo el poeta:  “hubo francachela y hubo comilona y además regalos a montón.   Hoy este personaje está en la cárcel.

 

En fecha reciente la doctora Ruth Marina Díaz presidente de la Corte de Justicia, en compañía de otros magistrados, se fue a disfrutar en un crucero por el caribe en un bellísimo barco.  Fue criticada por algunos envidiosos que no pudieron estar en las tibias aguas del mar, la mayor parte de Nicaragua.  Ella, desarmó a sus críticos con unas pocas palabras:  “El viaje me lo pagó un hijo y durante ese tiempo estuve trabajando”.

 

El desaforado incremento del turismo oficial, por decir algo, tal vez no supera las dos últimas décadas.  Es verdad que los medios de comunicación se han pronunciado contra estos excesos.  Sin embargo, nadie se a dado por aludido, por el contrario;  se han sentido estimulados en superar, al menos, los viajes de Marco Polo.

 

Es probable que se esté juzgando con ligereza a estas personas, pues se supone que quienes alcanzaron tan elevadas posiciones son hombres y mujeres sabios, prudentes, virtuosos y de un acendrado patriotismo.

 

Para acallar a quienes creen que solo es turismo remunerado, basta mencionar unos pocos ejemplos acerca del inmenso bien que ha recibido este sufrido país, gracias a la observancia, tesón y abnegación de tan ilustres viajeros, a saber:  La justicia hoy es mejor gracias al modelo Chino.  La democracia se está fortaleciendo con los regímenes de Cuba y Venezuela.  Las vacas darán más leche ordeñándolas como lo hacen en los países bajos, y las gallinas pondrán más huevos como las de Estados Unidos.   Las aguas desbordadas de La Mojana se arreglaran robándole la tierra al rio como lo hicieron los holandeses con el mar,  sin la ayuda de los Nule, los Moreno, el doctor Tapias y otros más.

 

Don Marco Fidel, su mamá Rosalía, con seguridad no necesita de las oraciones de los creyentes. En cambio, los magistrados, congresistas y demás funcionarios son dignos de nuestras plegarias para que el Señor los proteja siempre, mucho más cuando estén trabajando en el exterior y que al final Él los premie con una generosa pensión de jubilación.

 

 

Medellín, junio 13 de 2.013

 

 

Rafael Isaza González