LA BALANZA

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LA BALANZA

 

Amable lector.  A pesar de que han pasado muchos años, tal vez recuerde que en algunos pequeños negocios tenían una balanza para medir el peso de algunos productos. Eran usualmente de color amarillo dorado.  Por el uso y más por el abuso mostraban deterioro, algunas no eran limpias y no pocas parecían torcidas, que en términos sencillos significa inclinadas a favor del tendero.

 

La balanza ha sido un símbolo de la justicia.  Igual a como ocurre con este instrumento, jamás se debería manipular el peso de una sentencia por capricho, afecto, enemistad o resentimiento.  Y mucho menos si quien la dicta obtiene cualquier beneficio para él o para un tercero.

 

Conversando con un amigo de la tía Jesusita me comentó que él conoció de cerca, entre otros juristas, a Miguel Moreno J, Mario Aramburo R y Lucrecio Jaramillo V. Y que fueron hombres que con el ejemplo de sus vidas garantizaron sus sentencias.  Luego refiriéndose a la lentitud y deterioro de nuestra justicia mencionó algo similar a lo que en su momento escuché del ilustre ex presidente Carlos Lleras R:  ¿Cómo descendimos tanto en tan poco tiempo?.

 

El año anterior hubo una prolongada huelga del sector de la justicia,  reclamando el cumplimiento de un Decreto que mejoraba la remuneración de los jueces y demás personas vinculadas a éstos.  Se trata del No. 610 de marzo de 1998 firmado por el ex presidente Ernesto Samper Pizano y los ministros de hacienda y justicia de ese entonces.  Es difícil comprender como un presidente y un ministro de hacienda firmen un compromiso, que tal como ocurrió, desbordaría no solo la capacidad de pago, sino que se creaba una flagrante inequidad con otros empleados del sector público.

 

En los considerandos se destaca que la remuneración de magistrados, fiscales y demás funcionarios del sector de la justicia, con relación a los que reciben los magistrados de las altas cortes equivale al 46% y que por lo tanto, en forma gradual se debe superar la desigualdad económica existente, así:  para el año en que se apruebe la apropiación presupuestal se aplicará un ajuste que equivalga al 60% de lo que reciben los altos magistrados.  En el segundo año el ajuste igualará al 70% y en el tercero al 80%.

 

A decir verdad, por una u otra razón, lo dispuesto en este Decreto no se cumplió.  Ahora existe un acuerdo para incrementar  los salarios del año 2.012 en forma gradual hasta alcanzar en el año 2.018 un aumento del orden del 56%.  El solo ajuste del convenio suscrito entre el Gobierno y Asonal Judicial a finales del año anterior tiene un costo de un billón doscientos veinte mil millones de pesos.  Esta cifra no incluye las exorbitantes, y para muchos, mal habidas pensiones que reciben ex magistrados y ex congresistas.

 

El amigo de la tía al despedirse me manifestó que le preocupaba, si en adelante los fallos de los jueces, serían más oportunos y cercanos al espíritu de la justicia.  También estaba inquieto de si era posible con los recursos del Estado atender este compromiso.  Por último, si los trabajadores, por ejemplo los del sector de la salud, no harían comparaciones con lo que ellos reciben.

 

Si un juez se ha torcido, como la balanza del tendero, no es fácil que sus fallos sean justos.

 

Medellín, 25 de enero de 2013

 

 

Rafael Isaza González