EL INFIERNO ESTA CERCA
Amable lector: El amigo, además de ilustrado era ameno, quizás un poco exagerado pero no mucho. Le gustaba hablar de nuestras montañas, de su gente y su idiosincrasia. Recuerdo que en una Semana Santa me dijo que si Jesús de Nazaret regresara a la tierra, sin pensarlo dos veces, viviría en Medellín.
Aquí tenemos la Catedral más grande del mundo, somos los únicos con dos santos, el padre Marianito y la madre Laura y hay un montón en proceso de subir a los altares. El Metro es uno de los mejores del mundo y es la envidia del resto del país. El Metrocable es difícil encontrar otro mejor, y en poco tiempo comenzará a rodar el tranvía más moderno del mundo. Según el gobernador, también somos los más educados.
No se requiere practicar ninguna prueba científica para saber que en el ADN de cada antioqueño existe el convencimiento de ser los más inteligentes, trabajadores, ingeniosos, de mejor familia y buenos comerciantes. Esta es la tierra de los mejores patinadores del planeta, tenemos la campeona mundial de bicicrós y el equipo Atlético Nacional está dentro de los tres mejores del universo. El equipo Medellín, con la ayuda del Todopoderoso, algún día estará entre los primeros treinta.
Se podrían agregar muchas cosas más sobre este pueblo que en su egolatría se quedó encerrado entre sus montañas. Basta mencionar que hace cincuenta años se iba en menos tiempo a la Pintada. Para recorrer unos pocos kilómetros hasta el túnel de Occidente se requiere tener la paciencia del santo Job. Si un fin de semana prefiere pasear por la hermosa región de Rionegro, y va con niños, sería una irresponsabilidad no llevar una buena porción de alimentos y agua potable, pues allí el trafico se volvió más lento que en la vía del Poblado, que además es la más bonita del mundo.
Como los dirigentes de los sectores público y privado de Antioquia viajan en avión, no saben que en el viejo Caldas hay carreteras de verdad, igual ocurre en el Valle, la Costa Norte y desde luego abundan en Bogotá.
Fueron pocas las personas que advirtieron que las tierras del Poblado que eran como el segundo edén, se convertirían en el purgatorio de muchos. Por desgracia está ocurriendo algo peor en Llanogrande, sin que nadie haga algo para evitar que muy pronto este lugar se convierta en un infierno.
Medellín pronto tendrá un parque digno de los faraones del viejo Egipto. Si alguien lo quiere conocer debe venir en avión, pero al Olaya Herrera. Mientras tanto, sigamos soñando con las autopistas de la “perpetuidad”, no importa que sigamos transitando por trochas y atajos.
Los alcaldes de Rionegro, El Retiro, La Ceja, Guarne y Marinilla con la ayuda del gobernador y de la asamblea del departamento, al menos deben señalar las áreas afectadas con las futuras vías. Inclusive, desde ahora se debería cobrar la valorización para cancelarle el valor de éstas a sus dueños.
Medellín, 30 de Marzo de 2015
Rafael Isaza González