EL SUEÑO DE LOS JUSTOS

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EL SUEÑO DE LOS JUSTOS
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EL SUEÑO DE LOS JUSTOS

Hasta el día de ayer, la mayor preocupación de ricos y pobres, era sobre las consecuencias de la reforma tributaria, que de una u otra manera a todos nos afecta.

Por solicitud del Gobierno Nacional, un grupo de expertos se ocupó por largos meses de analizar el manejo de los impuestos, con el propósito de buscar un sistema menos irracional y más equitativo. Antes de terminar el 2015 entregaron un documento con las recomendaciones que se deberían adoptar. Estas pueden ser acertadas o no, según quien las juzgue.

Poco a poco la gente se ha tranquilizado, pues el señor presidente considera que sin firmar la paz, es inoportuno avanzar en este asunto, que dicho sea de paso, irrita hasta a sus propios amigos. Lo que la mayoría ignora es que más de uno, por no decir miles, desde ahora tendrán que afiliarse al Sistema de Seguridad Social. Muchos, quiéranlo o no, deberán cancelar un valor muy superior al que pagarían con una nueva reforma tributaria. Unos pocos ejemplos ayudan a comprender esta dura realidad.

Pedro recibe un salario mensual de $700.000, además tiene ingresos de capital por $6.000.000. Aporta por concepto de jubilación y salud con base en el ingreso laboral. Según el Decreto 2353 de diciembre de 2015, el Plan de Desarrollo y otras normas anteriores, la entidad conocida como la UGPP pronto llamará al pobre Pedro para informarle que también debe contribuir sobre las rentas de capital.

María, beneficiaria de su esposo que es jubilado, recibe dividendos de $6.000.000 mensuales. No se requiere tener mucha imaginación para suponer que la UGPP, le hará saber que ella está obligada a realizar aportes por salud con base en sus propios ingresos.

Pablo, es jubilado y recibe una pensión de $3.000.000, de este valor le retienen 12 % para atender el servicio de salud. De otra parte recibe intereses por $6.000.000. Los diligentes recaudadores de la UGPP, de alguna manera le informarán al viejo Pablo, que según su capacidad económica, él es evasor en los aportes a salud.

Juan Manuel, tiene una tractomula y en el mes recibe ingresos brutos por $25 millones. La UGPP, ahora o un poco después, lo llamarán para decirle que debe hacer aportes a la seguridad social. El responderá que a nadie lo pueden obligar a pagar por la jubilación. De mala gana acepta pagar por salud. El problema es que la planilla (Pila), le exige el aporte por pensiones. En la práctica, o paga sobre todo o se hace el loco. Al final el Estado será el dueño de la tractomula.

De manera aproximada, los aportes oscilan entre el 5 % y el 12 % de los valores recibidos, dependiendo de que las personas estén jubiladas o no. Y de otra parte, de las pretensiones del Estado, que hoy más que antes son insaciables.

Cuando los colombianos despierten, comprenderán que todo esto no es un sueño, sino una realidad. Por ahora solo es un pasante, más tarde vendrá el plato principal. El problema del impuesto a los vehículos comparado con este es nada.